LA ARQUITECTURA

¿Qué es la arquitectura?

La arquitectura es el arte y la técnica de concebir, diseñar y construir edificaciones que funcionen como hábitat para el ser humano, ya sean viviendas, lugares de trabajo, de recreación o memoriales. El término proviene del griego antiguo, formado por los vocablos arch– (“jefe, autoridad”) y techné (“creación, construcción”), de donde se desprende que es el arte de la construcción. 


 En un sentido estricto, la arquitectura es inherente a la civilización humana y no puede escaparse de ella mientras se viva en sociedad. Cuando el ser humano erige una choza con maderas para guarecerse de los elementos, cuando pavimenta la tierra para erigir encima una plaza con las estatuas de sus mártires, cuando diseña un templo con que rendir culto a sus dioses, o cuando erige una torre inmensa de oficinas, el hombre pone en práctica sus conocimientos arquitectónicos.

Los diversos estilos y modos de la arquitectura en la historia humana, de hecho, reflejan muchas de las condiciones y momentos de su pensamiento, ya sea en términos artísticos o pragmáticos. De hecho, su conocimiento se basa en tres principios fundamentales: belleza, firmeza y utilidad.

Al mismo tiempo, la arquitectura ha sido incluida entre las Bellas Artes de la humanidad, junto a la pintura, la literatura, la música, la escultura, la danza, el cine, la fotografía y la historieta.


El primer tratado sobre saberes arquitectónicos proviene del siglo I a.C. y se trata de Architectura del romano Vitruvio. Sin embargo, el empeño por fabricar estructuras y ambientes hermosos, útiles y duraderos precede con creces a dicha época de la humanidad. Las grandes obras de las culturas antiguas que hoy en día sorprenden por su hechura, como las pirámides de Egipto, las ciudades de piedra mesoamericanas, los templos de la antigüedad grecorromana o los habitáculos cristianos de Capadocia, son apenas algunas pruebas de ello.

La arquitectura antigua, medieval y moderna exhibe los métodos y tendencias estéticas de las distintas culturas que le dieron origen. Por ejemplo, la arquitectura medieval europea trasluce el dominio de la religión cristiana y el oscurantismo, mientras que la renacentista deja ver el empeño renovador y rupturista que predominó en la época.

Posteriormente, con la llegada de la industrialización y el descubrimiento de nuevos materiales, la arquitectura daría un salto enorme hacia adelante y se nutriría de nuevos saberes y tecnologías, lo cual daría durante el siglo XX inicio a una verdadera explosión urbana y arquitectónica a lo largo y ancho del mundo, y a la aparición de estilos totalmente originales de arquitectura, desvinculados con la tradición y el patrimonio construido.

Tipos de arquitectura

Se puede estudiar y clasificar la arquitectura desde numerosos puntos de vista, como el histórico, el cultural o funcional. A grandes rasgos, definamos las siguientes tres clasificaciones:

Según su funcionalidad. Es decir, según el cometido con que se edifica.

  • Arquitectura religiosa. Aquella cuyas obras tienen funciones de adoración, como las iglesias, los templos, los monumentos místicos, etc.
  • Arquitectura militar. Aquella que se propone edificaciones de uso estratégico, táctico o defensivo, como son los castillos, las murallas, los cuarteles, etc.
  • Arquitectura civil. Aquella que concibe estructuras y espacios para el uso de los ciudadanos de a pie: desde casas y edificios, hasta plazas y monumentos cívicos o espacios culturales (teatros, bibliotecas, escuelas, etc.).

Según su técnica de construcción. Esto es, según el criterio que rige la construcción.

  • Arquitectura estilística o histórica. Aquella que se conecta con la tradición de la que proviene y que ha producido piezas tradicionales, duraderas, empleando métodos e imaginarios heredados.
  • Arquitectura popular. Construcciones hechas por la propia gente, como artesanos o personas de poca instrucción, empleando materiales naturales y por lo general sin mayores aspiraciones de grandeza.
  • Arquitectura común o vulgar. Aquella realizada por profesionales del área obedeciendo a un criterio meramente pragmático, es decir, de uso y funcionalidad, sin tomar en cuenta mayormente una tradición arquitectónica.

Según su período histórico. Pueden nombrarse tantos estilos arquitectónicos como momentos y contextos históricos hubiere, es decir, cientos de ellos. En Occidente, los tres más reconocibles son:

  • Arquitectura romana. Aquella propia del Imperio Romano y su herencia griega, se caracterizó por una gran funcionalidad y lógica, que no dejaba de lado los motivos de su importante mundo religioso.
  • Arquitectura barroca. Caracterizada por la gran abundancia de detalles y ornatos, es propio de los siglos XVI y XVII en Europa y América Latina.
  • Arquitectura neoclásica. Típico del siglo XVIII europeo, representó un retorno a los valores clásicos de la antigüedad grecolatina, de la mano de la recién descubierta fe en la razón y la ilustración humana.

Arquitectura y urbanismo

El urbanismo es una disciplina muy próxima a la arquitectura y que se encarga de la comprensión, conceptualización y mejoramiento de las ciudades.

Para ello emplea la geografía como herramienta fundamental, para procurar el diseño más idóneo no sólo de edificaciones y espacios públicos, sino de vías y sistemas de desplazamiento, para sacar mejor provecho al relieve, al clima y atender así las necesidades sociales y culturales de la población. Como se verá, tiene muchísimos puntos de contacto con la arquitectura, y suelen estudiarse de manera conjunta.




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